Beneficios del Colecho

El colecho es la práctica en la que los bebés o los niños duermen con sus padres. Puede ser practicado en la misma cama, en camas continuas, en cama y cuna unidas, o en cama y cuna acomodadas en la misma habitación con los padres.

Este es un tema mega controversial, ya que existe todavía reparo sobre si dormir o no con nuestros hijos, se dice que se les malacostumbra, que no serán independiepero ¿sabían que en Japón los niños duermen con sus padres hasta aproximadamente los 7 años? Es más, los niños prácticamente son los que toman la decisión de ya partir a otra habitación por las noches. Sumándose a esto, a los niños se les va guiando para que sean independientes durante el día, ya habiendo tenido un refugio sin estrés durante la noche. Y justo, paradójicamente, uno de los argumentos más usados para no practicar el colecho es que se dice que ocasiona que los niños se vuelvan inseguros y dependientes en exceso (según mi experiencia, nada más alejado de la realidad).

Aquí un pequeño resumen de los beneficios que trae su práctica:

• Mejora el vínculo con sus padres.

• El contacto piel a piel lo ayuda con su desarrollo del cerebro.

• Disminuye la frecuencia de llanto: Aunque los bebés que duermen junto a sus madres se despiertan un número mayor de veces para mamar, la duración de estos despertares es más breve, por lo que el descanso del bebé y de su madre es mayor. [TOTALMENTE IDENTIFICADA]

• Ayuda a la lactancia: Los bebés que duermen junto a su madre lactan tres veces más que los bebés amamantados que duermen separados de ellas.

• Disminuye el síndrome de muerte súbita del lactante

A pesar de todos estos beneficios, para lograr que el colecho sea una práctica positiva, debe haberse decidido libre y mutuamente (si los dos padres duermen juntos). JAMÁS debe ser usado como último recurso para que el pequeño duerma, no siendo la voluntad y creencia de los padres, ya que muy probablemente no tendrá beneficio alguno.

Personalmente yo soy procolecho. Les confieso que antes de dar a luz me empeciné en comprarle una cuna bonita, pero como viajamos inesperadamente no la pudimos usar sus primeros meses.

Dormíamos los 4 juntos en una cama de dos plazas (nótese que la gorda era bien chiquita). Ya cuando volvimos, la cama era de plaza y media (y la gorda ya no era tan chiquita que digamos). Colocamos la cuna en el mismo cuarto junto a nuestra cama, pero ninguna de las 2 nos acostumbramos a dormir separadas. Así que junto a Julio nos la ideamos para quitarle la baranda a su cuna, nivelar el colchón a la altura de nuestra cama y BADABIN-BADABAN felices los 4 (Julio, Nia, Leia y yo). Claaro que tuvimos que poner su frazadita a la izquierda y al frente porque sacamos el protector de la cuna para no tener nada entre las 2. Y como Stephania se mueve peor que yo cuando duerme se chocaba dormida, pero todo con creatividad se arregla. Lo importante es que nosotros nos sentimos cómodos y felices (y en sí esto es lo que cuenta al final, ¿no? lo que funcione para cada familia, pero siempre informados). Recalco que si se decide practicar el colecho se debe haber llegado a un mutuo acuerdo para lograr que todo se de de la mejor manera y todos estén felices.

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