Caminar descalzos no enferma

Casi todo el día la gorda está descalza y esa decisión me ha traído muchas veces comentarios como "le va a entrar el frío", "ya se va a enfermar", "ya te voy a ver cuidándola cuando le de gripe", "cuida mejor a tu hija", etc. La verdad ya aprendí a hacer oídos sordos cuando se trata de ese tema. Las primeras veces que me dijeron este tipo de cosas me entró la culpa y decidí informarme más. Ahí fue cuando vi la luz.

Leees explico:

Para que nos resfriemos un virus debe ingresar por la boca o la nariz e instalarse en la mucosa. Es decir, que debemos estar en contacto con pequeñas gotas de saliva que alguien enfermo expulsa al toser o hablar, o debemos haber tocado superficies contaminadas por estas gotitas y luego tocar nuestra boca.

Ya en la mucosa, el virus producirá los síntomas que ya conocemos, entre ellos el aumento de secreción de moco. Sin embargo, es SÚPER IMPORTANTE resaltar que la sola exposición a los virus no es suficiente para producir la enfermedad. Hay más factores que median ese resultado, pero de producirse el resfrío, ese es el camino que recorrería el virus.

Ahora, respecto al frío, lo que este produce es una disminución de la respuesta inmune. Ello puede favorecer la entrada de los virus y el desarrollo de la enfermedad.

CONCLUSIÓN: En situaciones expuestos a frío, estamos más propensos a contagiarnos un resfriado si tenemos cerca a alguien enfermo o a través de objetos contaminados, pero no nos enfermamos por caminar descalzos.

En realidad, el caminar descalzos tiene muchos beneficios:

• Ayuda a la formación de la planta del pie previniendo los pies planos.

• Estudios señalan que los niños que andan descalzos se desarrollan más intelectualmente, porque descubren el mundo con más sentidos que los que si usan zapatos. A partir de los seis-siete meses, los bebés se suelen llevarse los pies a la boca en un proceso de autoconocimiento, aportando nuevas sensaciones y experiencias motoras que contribuyen al desarrollo de su inteligencia. Los zapatos a esa edad le restan en buena medida sensibilidad y movimiento a sus piecitos.

• El apoyar el pie descalzo en todo tipo de superficies, también irregulares, contribuye al desarrollo muscular. De esta manera el niño estará más protegido frente a las típicas lesiones derivadas del deporte infantil o de los juegos como son los esguinces o las torceduras.

• En cuanto a lo emocional, los hace sentir más libres y cómodos para descubrir el mundo.

Además, cuando la gorda era pequeña su pediatra me dijo que los pies del recién nacido tiene una sensibilidad mucho más fina que la de la mano hasta los ocho o nueve meses aproximadamente. Así que a ella desde peque la tuve con medias por el frío, pero cuando la hacia jugar con sus llaves o la hacía sentir diferentes texturas lo hacía con sus manitos y con sus pies.